viernes, 4 de diciembre de 2009

Acto VI (...o la delgada linea entre las luces y las sombras)


No podia recuperar las ganas de escribir si no era encabezándolas con este dibujo... Ha pasado mucho tiempo. Han pasado demasiadas cosas...y seguirán pasando.
Quizás soy una niña fresa, que pierde el tiempo con sus melancolías y sueños a la luz del dia, y que se ilusiona con las minucias más inesperadas y volátiles, pero no es para menos, ya que una vez que se aprende a volar, es dificil pensar en aterrizar de nuevo. Y con las alas bien abiertas, se ve todo mucho mas pequeño, ahí abajo, la realidad toma un tinte distinto. Qué poco he aprendido.
Y cuántas historias hay en el cajón desastre para contar. Quizás me estoy haciendo mayor, y las canas empiecen a asomar tímidamente, pero ya no me importa. Quizás sigo siendo un bebé, y pienso todavía que el mundo puede cambiar. Aun no lo tengo demasiado claro.
El tiempo... cuánta tinta habré gastado hablando del tiempo, y divagando, y sobre todo, perdiéndolo. Y ahora, parece que en determinados momentos me traiciona y se acelera, y en otros, disfruta viendome sufrir y se lo toma con calma mientras me desangra lentamente cada minuto.
Y estuve tanto tiempo intentando llegar a un pacto con él, para que me deje disfrutar de "esos momentos"...y por fin, tras mucho pensar, llegué a la solución.... solo tengo que perderme en una mirada, y seguir volando. Por fin encontre a alguien cuya voz tiene la facultad de transportarme lejos, muy lejos... donde no alcanza la razon, y la existencia se resume en la calidez de un abrazo. Me prometí una vez, y un millon, nunca más sentir hasta doler, es un lujo demasiado ambicioso para los tiempos que corren. Y la herida consecuente es profunda, y duele, y sangra. Pero la razón me ha abandonado, y gracias a no hacerme caso en esa pequeña autoexigencia, adquirí el poder de detener el tiempo en un segundo.
Y no, no me arrepiento. Quiero seguir volando...


¿quién dijo que los gatos no vuelan?

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